4. Ecstasy

La esencia floral se conecta con el chakra del corazón y promueve la aceptación y el amor propio. Apoya la transformación interi.

Esto NO es un intoxicante sino una esencia floral.

Esta esencia nos conecta con el cuarto chakra: el chakra del corazón. Una de las cualidades del chakra del corazón es la aceptación. Esta es una palabra clave para la autoexploración, la transformación y el crecimiento.

Cuando miramos hacia nuestro interior y exploramos nuestro mundo interior, a menudo nos topamos con aspectos de nosotros mismos, de nuestra personalidad, comportamientos, incluso patrones genéticamente heredados que nos desagradan, que encontramos poco atractivos, o quizás seductores, pero que nos dan miedo. Aceptar significa permitir todo sin juzgar ni condenar, con profunda ecuanimidad.

Asimismo, podemos descubrir aspectos de nosotros mismos que consideramos fabulosos y que mostramos a otros a quienes queremos impresionar. Aquí también la aceptación trae consigo una cualidad de permitir en silencio, en el sentido de que simplemente dejamos que las cosas sean como son.

Con la aceptación llega la libertad: al permitir que las cosas sean exactamente como son, creamos un espacio a su alrededor. Ya no hay una energía de “a favor o en contra”, de supresión o expresión. Estas dos cualidades energéticas –especialmente el antagonismo– crean un campo energético rígido y estrecho en el que es muy difícil cambiar, transformar o disolver las cosas. La aceptación crea una matriz de amplitud: un flujo. Entonces las cosas pueden moverse como es necesario, hacia una danza más natural, hacia el equilibrio. Aceptarnos como somos significa que nos amamos e irradiamos una energía amorosa y relajada porque estamos contentos con quienes somos.

Sólo una persona que se ama a sí misma es verdaderamente capaz de amar a otro. Y de la misma manera, una persona que se ama a sí misma es como un faro que tiene un inmenso atractivo para otras personas. Otros se sienten atraídos por él porque anhelan sentir la misma aceptación para sí mismos.

Una persona que se acepta a sí misma es capaz también de aceptar a los demás tal como son, con todos sus defectos o faltas, sin juzgar ni condenar.

Cuando miramos más profundamente en el chakra del corazón, descubrimos que en el fondo todos estamos hechos de amor.

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